domingo, 29 de noviembre de 2009

Eremitorio rupestre de San Vicente (Vado)


Eremitorio de San Vicente

El eremitismo es una práctica cristiana íntimamente relacionada con el retiro espiritual. Parece que tiene su origen en las persecuciones de cristianos, ya que ermitaño, eremita o anacoreta era el nombre dado desde el siglo III al V a los cristianos que huyendo de las persecuciones y para entregarse a la vida contemplativa y penitente sin sujeción a un orden jerárquico, se refugiaron en los desiertos de Tebaida y otros parajes aislados como profundos bosques o montañas.

Panel informativo del eremitorio. Al fondo eremitas
más modernos... que amablemente nos dejaron hacer fotos

En la Edad Media evolucionó el concepto de ermita y ermitaño, entendiéndose por ermita el santuario dedicado al culto de un santo invocado contra determinados males, como tormentas, pestes, enfermedades, sequía o esterilidad; y se llamaba ermitaño al hombre al servicio de una ermita, en la que vive y para cuyo sustento recoge limosnas en salidas periódicas por los pueblos de la comarca. Poco a poco los anacoretas se fueron reuniendo y formaron cenobios en los que se hacía la vida en común, siendo esto el origen de las órdenes monásticas.

Durante esta época hay un resurgimiento de esta práctica teniendo un gran apogeo debido a que una de las mejores maneras de escapar de la violencia de la vida medieval era el ingreso en un monasterio, verdadero espacio de paz y tranquilidad donde la búsqueda de Dios se convertía en el principal objetivo. Para ello había cuatro maneras de llegar a ser monje: siendo cenobita, eremita, giróvago o sarabaíta.

Desde entonces ha sido posible constatar la existencia de pseudo-eremitas en todas las épocas, y poco a poco el término fue acogiendo ya no sólo a los que buscaban la espiritualidad cristiana en la soledad y el retiro, sino a toda aquella persona solitaria, sin importar la religión que profesase, que rehuye la compañía de los demás, desde criminales ocultándose de la justicia a paranoicos que se aislaban, pasando por asociales que rechazaban vivir con los demás y un largo etcétera.

El eremitismo abarca desde las pequeñas celdas individuales o los oratorios hasta las ermitas rupestres, aunque en ocasiones se llegan a formar verdaderos conjuntos monásticos con su iglesia, su cementerio, múltiples celdas y otros edificios necesarios. Muchas veces y para subsistir, los eremitorios estaban vinculados a algún monasterio y se ubicaban en valles retirados, próximos a cursos de agua tierras cultivables y sobre roquedos que permitan la excavación y garantizaban su perdurabilidad.

Hoy en día, las mejores pruebas de aquellas costumbres las tenemos en los eremitorios rupestres, es decir aquellos recintos excavados en la rocas, que por sus características han llegado a nosotros en mejor o peor estado. El eremitorio al que nos referimos en esta entrada es el eremitorio rupestre de San Vicente.

Éste tiene forma de hipogeo de pequeñas dimensiones que forma parte del importante conjunto rupestre existente en la montaña palentina, al sur de Cantabria, que tuvo su mayor apogeo en los primeros siglos de la Edad Media.

Se encuentra en el camino que conduce de la localidad de Cervera de Pisuerga a la de Vado, cerca de la confluencia de los ríos Pisuerga y Rivera, en un lugar que invita al paseo y recibe el nombre de Vallejera.

Plano de diversas ermitas rupestres, necrópolis, etc.
de la zona en el panel informativo

La puerta de acceso da a oriente y presenta una gran sala rectangular con varias entradas y toscos vanos, a la que se suma una capilla excavada al este, diferenciada del resto por un escalón, que pudo haber estado cerrada mediante un ábside de mampostería hoy desaparecido, quedando únicamente la bóveda.

Eremitorio de San Vicente

Dos de las entradas y el escalón de la capilla


El conjunto eremítico es de reducidas dimensiones, teniendo en la parte más amplia una anchura de siete metros y una altura máxima de tres y medio.

La estancia más amplia

La ermita está rodeada de una necrópolis, fechada entre los siglos VIII y IX, que cuenta con una veintena de tumbas excavadas en la roca, de tipo antropomorfo, de las que pueden verse actualmente una decena.

Necrópolis en la entrada

Cuando llueve se moja...

La ermita y la necrópolis pudieron formar parte de un pequeño complejo monástico que contaría con otros edificios ya inexistentes. Desaparecida esta comunidad monacal, San Vicente pervivió como ermita hasta mediados del siglo XIX, cuando fue abandonada definitivamente.

Desde aquí queremos agredecer a Alpoma de Tecnología Obsoleta que nos descubriese este magnífico lugar.

Ocaso en el eremitorio de San Vicente

Links:
Vida monacal y eremitismo en ArteHistoria.
Eremitismo en Gran Enciclopedia Aragonesa.
Hacia un eremitismo interiorizado en Les Chemins de la profondeur de Marie-Madeleine Davy. Vía.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Asilo del Santo Cristo (Igualada)


En 1931, las hermanas Magdalena, Dolores y Concepción Castells, miembros de una influyente familia de mecenas locales, donaron el terreno situado al oeste del núcleo antiguo de Igualada para que allí se construyera un asilo para ancianos sin posibilidades económicas.

La construcción del edificio fue encargada a Joan Rubió i Bellver, discípulo de Antoni Gaudí y uno de los últimos miembros del modernismo, que destacó entre otros por haber trabajado en el proyecto de reforma de la Casa dels Canonges, por diseñar la casa Macari Golferichs, la casa Roviralta y los edificios de la Escuela Industrial de Barcelona.

La construcción del edificio terminó en 1941, pese a haber sido detenida durante el episodio de la guerra civil y ya desde entonces se convirtió en un precioso asilo de ancianos, ahora gestionado por la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

El conjunto arquitectónico es enorme y destaca entre todas las edificaciones posteriores construidas alrededor.

Tanto que, conforme más cerca estás de la isla que ocupa en su totalidad, más difícil resulta obviar su monumentalidad.

El elemento usado como material constructivo es la piedra, en su mayor parte extraída del Pla del Magre (Jorba), famosa cantera de la zona de la que también se extrajeron piedras para construir el castillo de Jorba y la cercana iglesia de Sant Pere en el mismo municipio.

La piedra se usa en este edificio como elemento decorativo, dándole varios tipos de tratamientos y formas, lo que conforma un edificio sobrio pero al mismo tiempo profusamente decorado.

Los merlones sobre la edificación evocan la estructura de un castillo

Una vez traspasado el muro y la puerta de acceso a los jardines, nos hallamos frente a una evocadora escultura, obra de J. Puigdollers y que representa a Santa Teresa Jornet, fundadora de la congregación, acompañada de dos ancianos.

Rodeando esta escultura, el magnífico edificio, con una entrada elevada sobre unas escaleras de piedra que conducen a la enorme puerta de entrada de madera.

Arcos dentro del edificio. Al fondo la puerta de acceso

Tuvimos suerte y las hermanas accedieron a enseñarnos el interior del edificio, lo que convirtió nuestra pequeña excursión en una aventura inesperada.

El asilo está formado por dos alas laterales, unidas en la parte de delante por la fachada y el vestíbulo, así como por la iglesia en la parte de atrás. El centro de todo el edificio se encuentra ocupado por un pequeño claustro interior.

El conjunto de cuatro plantas tiene adosado un campanario en uno de los extremos, aportando cierto aire medieval y asemejándose en cierta manera a las torres del homenaje propias de los castillos cuando se observa desde el exterior.

Una vez en el interior, encontramos el pequeño claustro, que fue concebido como un elemento simbólico, sin dotarlo de funcionalidad, sólo pretendiendo evocar en cierta manera la arquitectura monástica tradicional.

Éste es el centro del edificio, conectándolo entre sí y creando un pasillo a su alrededor en el que están distribuidas el resto de dependencias.

En la parte de atrás, la iglesia, el lugar más espectacular y completamente influido por la estética de Gaudí.

La Capilla del Santo Cristo, de una sola nave, tiene planta de cruz griega y en ella se pueden observar los tan renombrados arcos parabólicos,...

...rematados por una falsa cúpula y que tan famosa hicieron la arquitectura gaudiniana.

En una de las columnas a la derecha del altar se puede observar la firma del arquitecto en caracteres modernistas.

Las vidrieras representan a la Santísima Trinidad en el presbiterio,...

Las reliquias de la santa en la cavidad del altar

...tres santas (en alusión a las hermanas Castells)...

... y tres santos (los albaceas y el arquitecto) en el transepto.

Sobre la puerta de la capilla y el coro,...

...las vidrieras representan a Saturnino López y Teresa de Jesús Jornet, fundadores de la orden que regenta el edificio.

El rosetón hace alusión a la Santísima Trinidad

Tuvimos también la suerte de visitar el resto de dependencias, mucho más funcionales y adaptadas a la vida de los ancianos que residen, pero debemos decir que en cualquier caso nos sorprendió la calidez que desprendía el edificio así como la gran afluencia de visitantes que acudía a ver a sus mayores, cosa que por suerte no parece ester perdiéndose en Igualada.

Desde aquí queremos agradecer a las hermanas que nos permitieran traspasar las puertas de tan solemne edificio y echar una rápida ojeada a la vida privada de sus habitantes.

Asilo del Santo Cristo
C/ Milà i Fontanals, 8.
Igualada
Tel.: 938 031 267

Links:
Joan Rubió i Bellver en Wikipedia.
Asilo del Santo Cristo en Wipipedia.
L’asil del Sant Crist en L'Anoia en viu (catalán).
L’asil del Sant Crist en FestaCatalunya (catalán).

lunes, 16 de noviembre de 2009

Castillo de Mediona (Alt Penedès)


Vista del Castillo de Mediona sobre el desfiladero

Hartos de perseguirnos de blog en blog y de visita en visita, decidimos quedar con Esther y Toni (Imatges de pedra i de silenci) y Lola (Cròniques del Meu món) para, de una vez por todas, coincidir en el mismo sitio y a la misma hora. Nada mejor para ello que una buena comida en un paraje único: el castillo de Mediona.

El municipio de Mediona se encuentra en la provincia de Barcelona, en la zona más septentrional de la comarca del Alt Penedès.

Es una zona no exenta de encanto y que posee uno de los castillos más sorprendentes que hemos visitado, no tanto por su arquitectura (actualmente sólo están en pie tres torres bien conservadas, ...

... la iglesia, la rectoría...

... y otros restos restaurados del castillo)...

... como porque ha sabido adaptarse como pocos a los tiempos sin perder totalmente su encanto original.

El castillo de Mediona al fondo al paso de las tropas napoleónicas por el congosto

Situado sobre el desfiladero de Mediona, se encuentra esta edificación que ya aparece documentada a finales del siglo X.

El castillo desde el congosto

Era un gran castillo con dos partes: un pequeño recinto soberano y un gran recinto inferior, cerrado por una muralla y que lo convertía en realidad en un pueblo fortificado.

Mapa y reconstrucción del castillo de Mediona situada en el comedor

Observando los restos conservados del castillo podemos ver las diferentes etapas constructivas, que abarcan del siglo X al XV, como la torre de planta cuadrada de dos pisos de altura que es uno de los restos más vistosos que se conservan...

...y que es testigo de las grandes transformaciones que este castillo sufrió para convertirse de construcción militar a lo que es ahora, pasando por una residencia señorial e incluso una casa de colonias.

Escalera de caracol que sube a la torre

Desde 1997 este castillo está alquilado a Ramón y Consuelo, que ejercen de castellanos, dedicándose a mantenerlo, promocionarlo y, por qué no, también a vivirlo con toda la intensidad que da la ilusión de un proyecto compartido.

A nuestra llegada al castillo nos recibe Ramón, nuestro cicerone en esta visita y al que queremos agradecer desde aquí la calidez en el trato y la estupenda comida con la que nos deleitaron.

Tenemos que admitir que tanto él como Consuelo nos hicieron sentir como en casa durante nuestra estancia en sus dominios, sensación acrecentada por el hecho de ser los únicos visitantes a la hora de la comida y por la buena compañía de la que disfrutamos.

Curiosa decoración del actual comedor

Dentro del recinto soberano nos encontramos con el santuario de Santa María de Mediona, en el que la iglesia, del siglo XV, se alza sobre otra preexistente del siglo XI, de la cual quedan todavía algunos restos.

Existe el basamento de una potente torre con base en talud,
al lado de la iglesia de Santa María

La Virgen (en la ventana) y Cristo comparten altar

Escalera de acceso a la iglesia.
Curiosamente la calle y la entrada hacen bajada

Junto a la iglesia, la antigua entrada a las caballerizas, que pasó a ser una bodega y actualmente es otro comedor.

Obsérvese la doble arcada

Es muy recomendable también el paseo por el congosto sobre el que se construyó el castillo.

Desde abajo se disfruta de una vista única y, por el camino, podemos disfrutar de la recientemente redescubierta "capilla de las hadas", que realmente es el lugar donde el cartero dejaba los paquetes durante su reparto en el pasado. ¡Vamos, el buzón de antaño!

Capilla de las hadas

Pero ésta no es la única muestra sobrenatural que tiene lugar en este castillo, sino que hay muchas más, cosa típica en los lugares plagados de historia. Durante la visita guiada, Ramón va desgranando multitud de historias y leyendas, por supuesto unas más creíbles que otras, ...

Curiosa inscripción en una de las ventanas

... de las que pasamos a relatar una pequeña muestra:
  • La mano mágica:

    En la iglesia de Santa Maria de Mediona hay dos manos. Una está en la clave del ábside, que parece ser que no es más que la representación del escudo de Mediona, ...

    ... y la otra en una baldosa situada entre los bancos. En la construcción de la iglesia sólo se emplearon baldosas lisas, pero con el tiempo en una de ellas apareció esta mano. Es curioso porque, siempre según la leyenda, cada vez que la cambian por una lisa, la mano vuelve a aparecer.

  • El santo Cristo de Mediona:

    La iglesia de Santa María está consagrada a la virgen, pero es esta figura de Jesucristo la más venerada. ¿Por qué? Pues por una explicación muy sencilla: en Mediona, el santo Cristo hace milagros.

    No deja de ser curiosa la expresión facial del Cristo

    Parece ser que, para evitar que fuera profanado, se decidió enterrar esta figura y, con el paso de los años, se olvidó su ubicación. Pasado mucho tiempo, un labrador estaba trabajando su tierra y, mientras cavaba, topó con algo enterrado. Lo curioso del caso es que con lo que topó era la rodilla del santo Cristo y éste sangró hasta manchar la herramienta. En el lugar donde la pala tocó con la imagen, se puede observar todavía el morado.
Cataluña es el lugar del mundo con más concentración de castillos por metro cuadrado. De todos los que han existido, algunos permanecen, pero también es cierto que otros muchos se han perdido. El castillo de Mediona, pese a conservar solo una parte de la construcción que fue antaño, ha sabido renacer de sus cenizas una y otra vez, siendo útil desde que fue levantado. No todas las construcciones pueden gozar de un privilegio como ese.

Grabado con las distintas fases de la evolución del Castillo de Mediona

Hoy en día el castillo de Mediona forma parte de La Ruta de los Castillos de Frontera, un recorrido por el centro de Cataluña, visitando unas fortalezas directamente relacionadas con la Marca Hispánica.

Vista del conjunto desde una de las torres

Por nuestra parte, nosotros gozamos de varios privilegios ese día: la buenísima compañía de la que esperamos disfrutar en ocasiones futuras y la visita guiada al castillo que es maravillosa, llena de curiosidades y anécdotas, pero para nada aburrida o llena de datos y fechas sin interés; al fin y al cabo, Ramón te está enseñando su casa.

Una de las entradas al recinto inferior del castillo

Breve historia del castillo de Mediona (vía):
¡Atención! Esto no pretende ser una guía sobre la historia del castillo de Mediona y sólo es una recopilación de datos. El lector, como siempre en temas de historia, debe saber que nada es definitivo y nuevos descubrimientos y teorías pueden confirmar o desmentir los datos expuestos.
  • Los primeros documentos de este castillo datan del año 1011, donde los albaceas de Wadaldi hacen donación de unas “kasas in terminio de kastrum Midiona”.
  • En el año 1015, los obispos de Vic donaron al diácono Guillem, castellano de Mediona y Clariana, el territorio de la Segarra.
  • En el año 1050, era señor Ramón de Mediona y el castellano era Bernat de Mediona.
  • En el año 1057, Ramón y Bernat firmaron un convenio, en el que el último tendría que darle doce caballos en caso de guerra
  • A mediados del siglo XI, Pedro Asberto de Mediona, fue uno de los caballeros que acompañó al conde Armengol IV en la conquista de Lleida.
  • Ramón de Mediona colaboró con Mir Geribert en las luchas contra el conde Ramón Berenguer I de Barcelona
  • En el año 1194, Ponç de Cabrera, vizconde de Cabrera y casado con Marquesa, hija del conde Ermengol VII de Urgel, ofreció como prenda al rey Alfonso "el Casto", el castillo de Mediona, en caso de incumplimiento.
  • En el año 1199, lo sucedió su hijo Guerau de Cabrera.
  • En el año 1226, Guerau de Cabrera cedió el castillo a la orden del Temple, entregándolo a Arquimbaldo de Sanís en Corbins.

  • Supuesta representación del Baphomet templario

  • En el año 1242, el castillo pasó a los Cardona.
  • En el fogaje ordenado por Pere III de Aragón el año 1359, en el término de Mediona había 12 fuegos de la cuadra de Gisbert de Barberà, 3 fuegos de la cuadra de R. de Sano Nogal, 5 fuegos de Santa María de Claramunt y 2 fuegos de Sant Pere de Riudebitlles.
  • El año 1372, el señor era Gispert de Barberà y el castellano era Pere de Barberà.
  • El año 1420, era castellano Galcerán de Barberà, lo sucedió Pedro de Barberà. Esta familia retuvo la castellanía hasta el 1616, cuando Enric de Barberà la vendió a Joan Ferrer. Éste linaje la tendría hasta el siglo XIX.
  • En el año 1799, Lluís Mª de la Soledad Fernández de Córdoba y Gonzaga fue el último señor de la baronía de Mediona.
  • En el término de Mediona se cobraban los diezmos que iban al duque de Cardona por tener la señoría de la baronía del término y la primicia que cobraba el canónigo, como rector de Mediona y prior de la villa de Sant Quintí.
  • A mediados del siglo XIX se segregó de la Sede de Barcelona.
  • Entre 1988 y 1990, se llevaron a cabo excavaciones en este castillo por un equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona, dirigido por Helena Kirchner.
Castillo de Mediona
C/ Castell de Mediona, s/n
08773- Sant Joan de Mediona (Mediona)
Barcelona
93 898 57 01

Visitas guiadas para particulares (sin reserva previa) sábados, domingos y festivos: 11h., 12h., 17h. y 18h.
Los grupos deben concertar visita previamente.
En la parte superior hay habitaciones para dormir y hacer estancia, ideal para mochileros y excursionistas.

Links:
Castell de Mediona (catalán).
Castell de Mediona en Castells Medievals (catalán).